Una gastro experiencia saludable que busca ser un placer para comer sin límites, así es el concepto que actualmente promueve la empresaria María Johana Sambrano, propietaria del restaurante Ambroxia7; tras haber sido una de las 120 emprendedoras migrantes que integraron el proyecto Fondo Canadá gracias a la cooperación de la Embajada de Canadá en Costa Rica.
Desde nuestro Centro de Innovación y Emprendimiento (CIE), el cual es operado por CELIEM en conjunto con la Universidad Latina de Costa Rica, logramos efectuar el acompañamiento empresarial para estas participantes mediante dos etapas de formación.
Esta emprendedora venezolana ingresó al programa junto con el grupo de 120 mujeres, posteriormente, fue una de las 20 seleccionadas para avanzar a la etapa de acompañamiento técnico personalizado donde logró adaptar herramientas apropiadas para la orientación y mejora de su modelo de negocio. Tras los pasos dados y su convicción, está próxima a abrir su primer local comercial en Costa Rica donde ofrecerá platillos saludables.
Conversamos con ella para conocer esta vivencia en Fondo Canadá y la transformación alcanzada:
¿De qué se trata Ambroxía7?
Es un restaurante dirigido a personas que gusten un estilo de vida saludable, o necesiten modificar su alimentación por causa de intolerancias alimenticias, trastornos digestivos, inflamatorios o autoinmunes; así como para quienes prefieren estilos vegetarianos o veganos.
Por esto, hemos diseñado un menú variado como hamburguesas, emparedados, pizzas, postres y ensaladas para poder brindarle al cliente la posibilidad de deleitarse con productos naturales que son libres de gluten, preservantes, azucares añadidos y harinas refinadas a precios muy accesibles para cuidar la alimentación.
¿Cómo se enteró del proyecto Fondo Canadá?
A través del sitio Migrantes en Costa Rica de la Embajada de Venezuela realizaron una publicación del Fondo, aposté por inscribirme y por dicha me eligieron. Realmente me siento super agradecida, satisfecha y emocionada por haber sido escogida.
La primera parte del proceso se conformó por ocho sesiones introductorias para emprender ¿Qué aprendizajes le dejó ese proceso?
Nos facilitó herramientas, nos ayudó a poner los pies en la tierra para decir esto es lo que queremos, esto es lo que necesitamos y este es el desarrollo del modelo de negocio, ya que estaba un poco perdida por ser migrante y tener que empezar a crear un negocio desde cero en otro país ajeno al mío. En ese momento yo me preguntaba por dónde empiezo, y José David Ulloa, director de Acompañamiento y Capacitación de Celiem me encaminó a buscar ese propósito y poder desarrollar ese modelo de negocio. Las herramientas y los conocimientos valiosos aún los estamos aplicando. Ya tenemos una estructura de negocio porque ese primer proceso nos abrió los horizontes.
Durante este tiempo también participó del curso de educación financiera respaldado por la OIM ¿Qué aportes le dio esa formación?
Son muchísimos, por ejemplo, aprender a planificarse, a tener un buen presupuesto, a tener una buena educación financiera con presupuesto familiar y presupuesto personal que permita planificarse y gastar de manera inteligente el dinero. También tener los “colchones de la tranquilidad”. Fue una experiencia enriquecedora en muchos aspectos como persona empresaria, como figura principal de la familia que necesita alcanzar muchos objetivos y metas.
¿Cómo le ha contribuido el proceso actual de acompañamiento personalizado?
Fuimos muy afortunadas hasta de llorar por haber entrado en el grupo de las 20 personas que eligieron. Todos los proyectos participantes eran muy valiosos. Estar en ese segundo proceso nos inspiró a querer más, a entusiasmarnos, a querer seguir aprendiendo porque nos siguen dando herramientas y seguimos buscando crecer más. Es no estar perdidos, sino estar ubicados en un camino que nos puede llevar al éxito de triunfar como negocio, de darnos a conocer y entregar al producto final como un producto estrella. Estamos super agradecidas por las herramientas y por cada uno de los valores.
Fondo Canadá es una iniciativa de la Embajada de Canadá en Costa Rica, ¿Qué mensaje le daría a esa organización por liderar este proyecto?
Gracias, gracias, gracias por la oportunidad, gracias por tomarnos en cuenta, por darnos la fuerza para impulsarnos por creer en nosotras y sentirnos en casa, y sentir que sí se puede y podemos llegar mucho más lejos de lo que ya nos hemos proyectado.
Finalmente, ¿Qué consejos les daría a las personas migrantes con deseos de emprender en nuestro país que aún no saben cómo hacerlo?
No tengan miedo, atrévanse. Sí se puede, y si van de la mano con la Embajada de Canadá y CELIEM y sus profesionales capacitados para impulsarnos y nutrirnos, es mucho mejor y el camino más fácil porque sí se puede lograr todo lo que quieran.
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