Las Mujeres, empresarias y emprendedoras de la región cada vez más están logrando posicionarse como un segmento clave para el desarrollo de iniciativas económicas que les permiten generar ingresos y al mismo tiempo generar oportunidades de empleo para otras mujeres y hombres. De ahí la importancia de potencializar y visibilizar sus habilidades, determinación y el liderazgo que desempeñan en el desarrollo económico de la región.
La mayoría de países reporta porcentajes mayores al 50% de mujeres que están al frente de una micro, pequeña o mediana empresa y eso es bueno, sin embargo la mayoría de las mujeres se encuentran en la base de la pirámide empresarial, muchas iniciativas son de subsistencia y algunas micro empresas con muy poco desarrollo y oportunidades de crecimiento, necesitadas de acompañamiento para lograr proyectarse a un mejor desarrollo; de ahí, la importancia de sumar esfuerzos que permitan cerrar las brechas de participación económica por género y elevar de forma sostenida la capacidad empresarial de las mujeres, empoderarlas no solo en conocimientos administrativos-financieros, sino también en el reconocimientos de sus derechos, especialmente en el derecho a la Autonomía Económica.
Existen ya instrumentos importantes en el Sistema de la Integración Regional (SICA), encaminados a realizar esfuerzos con ese propósito, la Política Regional de Igualdad y Equidad de Género (PRIEG) aprobada por los mandatarios de las ocho naciones que integran el SICA es uno de ellos; y los esfuerzos que se realizan con el impulso del Programa de Empresarialidad Femenina por el Centro de Promoción de la Micro y Pequeña Empresa (CENPROMYPE), sobre ellos es importante decir que los avances de su implementación han sido positivos sin embargo, es preciso reconocer que aún es necesario, frente a los nuevos retos que plantea el desarrollo económico lograr una mayor cobertura, mayor asignación de recursos por parte de los países de la región, específicamente, es de destacar la importancia que tiene, el que desde el sector público y el sector privado de cada país hagan lo propio para intensificar acciones en cada uno de los países para avanzar con mayor asertividad en la inclusión de las mujeres en la dinámica económica, urgente es por ejemplo, que las mujeres tengan acceso al uso de las tecnologías de la información, el acceso al financiamiento, a ser capacitadas para la incorporación de procesos de calidad, facilitarles la identificación de mercados potenciales para que las sus iniciativas económicas no se queden rezagadas y sean realmente sostenibles, pero sobre todo, para realmente generar impactos de transformación en la calidad de los negocios liderados por las mujeres y en consecuencia en la calidad de vida de las mujeres.
De ahí que cada vez más, es importante desarrollar procesos y metodologías que permitan implementar programas y proyectos innovadores, que favorezcan a las mujeres que han tomado la iniciativa de emprender o de mejorar sus negocios; estratégico es el de continuar impulsando políticas públicas e implementarlas con recursos suficientes para que realmente incida sustancialmente en la vida de las mujeres. Para lograrlo es impostergable que los equipos de las instituciones tanto públicas como privadas estén sensibilizados y conocedores de la lógica y dinámica de los tiempos de las mujeres, de sus motivaciones y también de los obstáculos que tienen que superar para lograr una participación más activa en las actividades económica de cada uno de los países.
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